Aunque los silleteros comenzaron a llegar desde las 6:00 de la mañana, el arribo completa tomó cuatro horas. Hasta las 10:00 de la mañana llegaron las camionetas con silleteros, Cuidadito, pues, que no se vayan a dañar las flores.
La zona se llenó muy rápido: en orden, por categorías, ubicaron a los 520 silleteros que luego desfilaron. De norte a sur, se vieron las silletas de niños, jóvenes tradicionales, emblemáticas monumentales artísticas, comerciales. Mientras unos desayunaban, otros les echaban ojo a las silletas.
Unos cuantos tuvieron tiempo para hacerse una siesta y así apaciguar la espera. Y otros actualizaron cuaderno porque llevaban dos años sin verse.
Cerca de 800.000 espectadores aguantaron bajo el agua con paciencia, desde graderías, calles y puentes. Todo por ver a los silleteros, a quienes les hicieron la venia, en medio de la edición 65 de esta fiesta. La ruta tomó la avenida Regional, luego de seis años de no pasar por allí, en búsqueda del Palacio de Exposiciones, cerca de Plaza Mayor.