La comuna 8 de Medellín, una zona que históricamente ha sido vista como un territorio de desplazamiento y violencia, hoy es modelo de transformación social, no solo por su proceso de pacificación sino también por su desarrollo: el metrocable acercó sus barrios al centro de Medellín y el Jardín Circunvalar detuvo la construcción en la alta ladera y recuperó espacios públicos que hoy son incluyentes y sostenibles.
Hoy, gracias a esa innovación social, turistas recorren caminos en piedra llenos de historia, naturaleza, arqueología y resiliencia en el nuevo tour que opera Viajes Comfenalco, llamado ‘Del barrio a la montaña”, que busca resaltar los ancestros del Valle de Aburrá, a nuestros campesinos y a las víctimas del conflicto armado, que llegaron desplazadas de diferentes regiones del país a formar una comuna que hoy tiene 577,7497 hectáreas, distribuidas en 18 barrios, ricos en diversidad cultural y gastronómica.
Este recorrido inicia en la estación San Antonio del Tranvía de Ayacucho, donde un guía turístico cuenta la historia de este medio de transporte; luego en la estación Miraflores, se toma el metrocable que pasa por los barrios El Pinal y Trece de Noviembre, que desde lo alto deja ver la intimidad de las casas, la mayoría de adobe y techos de zinc.
En la estación del metrocable Trece de Noviembre se caminan unas pocas cuadras hasta el Jardín Circunvalar, un referente de ciudad donde se une lo urbano con lo rural, que tiene el Camino de la Vida, un sendero peatonal de 9.5 km y la Ruta de Campeones, una ciclorruta de 4.5 km, que conectan los sectores de la ladera con caminos ancestrales en piedra, por donde los campesinos de antaño recorrían Santa Elena y el Oriente antioqueño.
Por esos senderos históricos, los turistas se encuentran con un tótem vertical alto de madrera con los rostros indígenas de los tres caciques que habitaron en Antioquia: cacique Nutibara, cacique Niquía y cacique Toné. Desde allí se aprecia una de las mejores vistas de Medellín, que divisa cinco de los siete cerros tutelares de la ciudad, el edificio Coltejer, el aeropuerto Olaya Herrera, el edificio Bancolombia, el barrio Buenos Aires, el tranvía de Ayacucho y el túnel de Oriente.
Este recorrido incluye la historia de los barrios de la comuna y de Pan de Azúcar, el cerro tutelar más alto de Medellín, que tiene un importante valor histórico, donde hubo 159 hallazgos arqueológicos, entre los que se identifican vallados en piedra, vestigios de caminos y terrazas.
Narrativas de memoria
El recorrido continúa en la Casa Vivero Jairo Maya, un lugar que, durante una década, entre 1998 y el 2008, fue habitado por las Auc y bandas criminales y que cambió en 2009, cuando las víctimas se apropiaron de este espacio para tener una narrativa de resiliencia, donde hoy hacen rituales de historia y perdón, para construir la memoria histórica, contando todo lo que les tocó vivir en esa época de violencia.
Elizabeth Henao es una de las 11 huerteras de la comuna 8, víctima de desplazamiento forzado, quien decidió contar su historia a los turistas y sembrar en la ciudad productos del campo que alguna vez dejó atrás por causa del conflicto que la desterró de El Carmen de Atrato, en el Chocó, en 2002.
Ella cuenta que las huertas comunitarias empezaron en 2007 por iniciativa de madres cabeza de hogar, mujeres campesinas, luchadoras que siembran cebollas, cilantro, lechugas, zanahorias y plantas aromáticas. Las huerteras recorren los cultivos con turistas, mientras les enseñan a sembrar y a extraer productos de la tierra.
Este recorrido que dura cerca de cuatro horas finaliza con un almuerzo típico: por ejemplo, un tamal envuelto en hoja de plátano, preparado a base de maíz, relleno con cerdo, pollo y vegetales acompañado de ‘Sabihuerta’, una bebida, hecha con penca de sábila y limón. En cada visita hay diversos sabores, diferentes platos de cocina creativa que las huerteras preparan con productos sembrados que representan distintas regiones del país.
Viajes Comfenalco trabaja de la mano del Bureau Medellín, la Alcaldía de Medellín, redes de turismo y la Gobernación de Antioquia para impulsar el turismo comunitario, social y con propósito que incentive la compra local y lleve desarrollo económico a las comunidades.