Exposición de calendarios japoneses

Con el objetivo de difundir el arte y la industria gráfica nipona, una muestra de calendarios japoneses de 2024 se exhibe en la Sala de Exposiciones El Puerto del Club Comfenalco La Playa, gracias a la alianza entre la Embajada del Japón en Colombia y el Parque Biblioteca Belén.

Son 20 los calendarios que conforman la exposición Calendar y Koyomi, cuyos diseños alternan lo tradicional y las representaciones artísticas modernas con imágenes de bonsáis, del Monte Fuji, personajes, paisajes, frases e ilustraciones arquitectónicas.

Esta mezcla entre lo antiguo y lo moderno también se ve reflejado en la información que contienen. Lo antiguo representado en el calendario lunar-solar que fue usado durante más de mil años en Japón y lo moderno en el calendario gregoriano o calendario solar que fue adoptado por esta cultura solo hasta 1873.

De esta mezcla nacen los calendarios que se pueden ver en la exposición, que integran los 365 días que conforman un año, junto con datos relevantes para la cultura nipona como las fases de la luna, las fechas de los solsticios de invierno y verano y de los equinoccios de primavera y otoño, los cuales indican cambios estacionales.

Según Ana Cristina Berrío, analista de Fomento a la creación de Comfenalco Antioquia, en el antiguo Japón, que era una sociedad mayoritariamente agraria, se consideraban como nobles a las personas que sabían con precisión cuándo cambiaban las estaciones y cuándo cultivar de acuerdo con los principios cíclicos del universo.

Por esta razón, “los calendarios son un elemento de gran importancia en los hogares japoneses, por que estos marcaban fechas importantes para los agricultores. Los campesinos podían identificar con ellos las fechas de siembra de las semillas y también de recolección de las cosechas”, explica Ana Cristina.

Actualmente, los calendarios les permiten a las familias identificar fechas nacionales y personales importantes, así como consultar información astronómica y meteorológica relevante. Además, dentro de esta cultura se conserva la tradición de regalar calendarios a final de año, especialmente las empresas y comercios, como obsequio a los clientes para agradecerles su apoyo durante el año que finaliza y agradecerles su patrocinio en el año siguiente.