El miércoles esperan una comisión del Departamento con maquinaria amarilla y poder de decisión para ayudar a los afectados por las lluvias.
En Chigorodó, Urabá antioqueño, hay alarma por lo que pueda venir con un invierno que apenas se asoma, pues las primeras lluvias del fin de semana dejaron a 247 familias de su zona rural damnificadas y que están aguardando por ayuda.
En la Alcaldía local esperan para este martes la visita del director del Dagran (Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia), Carlos Ríos, que llegará a la población con otros funcionarios de atención de desastres con el fin de terminar la evaluación de los daños y determinar las acciones a seguir. No obstante, ya existe la promesa de que arribarán con maquinaria amarilla para reparar el jarillón sobre el río Chigorodó, el cual colapsó.
Este lunes la alcaldesa, Tulia Irene Ruiz, decretó el estado de calamidad pública con el fin de poder tomar acciones que contribuyan a restablecerle la vida normal a la gente que sufrió la anegación de sus casas, pérdida de enseres y víveres, así como de animales y cultivos. En este territorio la población vive de cultivar arroz, yuca, cacao, plátano, aunque también suelen combinar esos productos con la crianza de gallinas para el consumo familiar.