Tres cuerpos fueron recuperados por la (UBPD) en el corregimiento de San José de Apartadó

El pasado 12 de agosto, el sol apenas comenzaba su ardua tarea de dar color a las montañas de la serranía del Abibe cuando el equipo de la misión humanitaria de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas llegaba al corregimiento de San José de Apartadó del municipio de Apartadó, lugar que sirve de puerta de entrada a las veredas Miramar, La Linda y Buenos Aires, y que durante 15 días fueron testigos de la recuperación de tres cuerpos de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado.

A medida que el equipo de la Entidad se adentraba en la serranía del Abibe, uno de los lugares con mayor biodiversidad de la subregión de Urabá, el camino era cubierto por una vegetación exuberante, con los árboles que se entrelazaban en un abrazo casi eterno, que contrastaba con la solemnidad de la misión que tenía como primer destino la vereda Miramar, a donde se llega en bestia o caminando desde San José de Apartadó.

Tras horas de camino junto a los campesinos que guiaban cada movimiento con su conocimiento del terreno, llegaron a la zona donde recuperaron los cuerpos de dos hombres que desaparecieron en 1999: uno, de 18 años de edad, buscado por su hermano, y el otro, de 39 años, buscado por dos de sus hijos. Fue un momento sagrado, donde el respeto por los fallecidos se unía con la esperanza de alivio para los familiares.

De acuerdo con los relatos, los dos hombres fueron llevados a la fuerza por un grupo armado hasta un sitio cercano a la escuela de la vereda Miramar, los amarraron y desaparecieron. La comunidad sabía dónde estaban porque fueron al lugar y vieron que parte de los cuerpos estaban por fuera y les echaron más tierra.

La siguiente misión humanitaria se realizó en la vereda La Linda, donde nuevamente el apoyo de los lugareños fue clave para que el equipo de la Unidad de Búsqueda cumpliera con el propósito de reivindicación del derecho a la verdad, con la recuperación del cuerpo de un hombre joven desaparecido en 1995. En la exhumación estaban una hermana y una sobrina, quienes habían esperado por años la posibilidad de recuperar a su ser querido desaparecido.