Comfenalco Antioquia resalta a los ganadores de la Primera versión de Bienal de Escritura ‘Una Historia Nuestra’, un concurso que promueve la expresión literaria entre maestros y estudiantes de básica primaria y secundaria en el departamento, que invitó a mirar el territorio como pretexto de creación para estimular la escritura como una forma de reflexión y diálogo.
Más de 300 relatos provenientes de las nueve subregiones de Antioquia participaron de este concurso que lidera el Fondo Editorial de Comfenalco Antioquia. Los textos fueron evaluados por un jurado integrado por reconocidos autores: Catalina Navas, Lina Parra y José Ardila, quienes seleccionaron y priorizaron los relatos con originalidad y calidad literaria.
Dentro de los criterios para seleccionar las obras ganadoras se tuvo en cuenta la creatividad de los escritos, los puntos de vista novedosos y las miradas personales que dieran pie a observar el propio territorio con ojos nuevos, lejos de estigmas y lugares comunes; de igual forma, se tuvo en cuenta la buena redacción, la legibilidad y la ortografía.
Leidy Johana Galvis Mejía, líder de Servicios Bibliotecarios de Comfenalco Antioquia, destaca la importancia de abordar el territorio como concepto creativo. “Desde la Caja nos propusimos impulsar conversaciones sobre qué es y de qué está hecho el territorio y sobre la importancia de compartir las historias de las distintas subregiones del departamento”, afirma.
La Bienal es una estrategia para descubrir talentos locales y celebrar la escritura. Los relatos abordaron temas de identidad, memoria y conexión con el entorno, permitiendo a los participantes reflexionar sobre su historia y cultura.
Ganadores del concurso
En la categoría de Maestros, los galardonados fueron en primer puesto, Juliana Roldán Chica, del Cosmo School (Medellín), por su cuento “Oco”, inspirado en un viaje al Vaupés y con el segundo puesto, Andrés García Hoyos, de la Institución Educativa Jorge Alberto Gómez (Granada), con su relato “Abuelo materno”, que aborda la memoria y el sentido de pertenencia.
Y en la categoría de Estudiantes, el primer puesto fue para Edi Kiñapiler Hernández Santacruz, de la Institución Educativa Jesús Rey (Medellín), con “Pequeño Dadgwa”, una narración que celebra la belleza natural de su región natal, Necoclí, y el segundo lugar se lo llevó Lisana Bolívar Vélez, de la Institución Educativa San Juan de los Andes (Andes), con “Un guatín al revés”, un relato que destaca la agilidad del guatín, un animal que fascina a la joven autora.
Andrés García explica que hablar del territorio como eje central es fundamental. La casa del abuelo, por ejemplo, simboliza resistencia en medio de las transformaciones. El arte de contar historias nos brinda sentido a nuestras experiencias cotidianas.
Su historia trasciende en el municipio de Santuario, donde transcurrió su niñez, una de las fuentes de inspiración fue cómo los edificios reemplazaron las casas de bareque de nuestros abuelos, “se perdió la historia y lo que hice fue recuperarla mediante la palabra, con los edificios y todo lo que se construye se roban parte de la historia, pero en la mirada y recuerdos queda el paisaje que fue, lo que nos permite mirar más allá”, agrega.
Juliana Roldán asegura que “escribir siempre vale la pena, ya sea como un ejercicio íntimo o como un medio para ser reconocido. La Bienal propicia una escritura que desborda el lenguaje y crea momentos de conexión con otros. Mi cuento “Oco”, inspirado en un viaje a Vaupés, se basa en las historias de un lugar lejano y en la vida de una sanadora que fue raptada en una toma guerrillera. A través de la ficción, quise mezclar la realidad con elementos imaginarios”.
Edi Kiñapiler dice que “Necoclí es el lugar donde nací. Muchos jóvenes indígenas han crecido en la ciudad y han perdido sus costumbres. Este relato representa un regreso a mis raíces y el deseo de plasmar la riqueza cultural de mi comunidad. La historia es una forma de expresar mi identidad y la conexión con mis ancestros”.
Lisana Bolívar Vélez, por su parte, afirma: “Me inspiré en el guatín, un animal que me hace reír cuando lo veo correr. En mi municipio, Andes, hay muchos guatines y quería capturar su agilidad en mi relato. Es importante reflejar la naturaleza que nos rodea y cómo estas pequeñas historias también tienen valor en nuestra cultura”.
Los relatos ganadores, junto con otros 40 seleccionados por el jurado por su calidad y originalidad, serán incluidos en una antología que el Fondo Editorial de Comfenalco Antioquia presentará a finales de este año, que evidenciará la forma en la que los maestros y estudiantes de las subregiones de Antioquia miran sus propios territorios.
Este libro será distribuido en las diferentes instituciones de la región, con el fin de que los ganadores sean reconocidos y leídos en muchas partes del departamento; así como para estimular la participación en las futuras ediciones del Concurso Bienal de Escritura para Maestros y Estudiantes de Antioquia.
De los más de 300 relatos recibidos, 249 cumplieron con las condiciones de evaluación, limitando su extensión a 500 palabras, que participaron con sus relatos como obras de ficción, cuentos y poemas, o narraciones de periodismo literario, de narrativa testimonial, biográfica o autobiográfica.