Institución víctima de acto de vandalismo y robo

La comunidad educativa de la Institución Educativa La Unión, sede Milagro de Dios, en Nuevo Belén de Bajirá, se encuentra consternada tras un lamentable acto de vandalismo y robo que afectó gravemente el desarrollo de la educación en esta zona. El incidente, que ocurrió recientemente, resultó en la pérdida de diversos recursos educativos, incluidos alimentos destinados para los estudiantes, herramientas pedagógicas y otros materiales esenciales que facilitan el proceso de enseñanza y aprendizaje. Estos bienes no solo representan un esfuerzo económico, sino también un valioso apoyo para los niños de la región.

El robo y daño a las instalaciones de la escuela ha sido recibido con gran preocupación por parte de las autoridades locales, docentes y habitantes de Bajirá, quienes consideran este acto como un ataque directo al futuro de la juventud en la comunidad. La institución, que juega un papel clave en la formación educativa de los niños de la zona, se ha visto gravemente afectada, ya que los recursos sustraídos son fundamentales para garantizar una educación de calidad y atender las necesidades básicas de los estudiantes.

Los líderes locales, junto con los directivos del colegio, han hecho un llamado a la unión de la comunidad para evitar que estos actos se repitan y para proteger el bienestar de los niños. “Este tipo de actos no solo dañan a la institución, sino que también afectan a las futuras generaciones de Bajirá. Debemos defender nuestros recursos educativos, ya que son fundamentales para el desarrollo y bienestar de nuestros niños”, expresó un líder comunitario.

Además de la preocupación por las pérdidas materiales, también se enfatizó la importancia de fortalecer la seguridad en la zona para evitar futuros incidentes que pongan en riesgo la integridad de las instalaciones y los recursos. La educación, señalaron, es un pilar crucial para el futuro de los niños de Bajirá, y es responsabilidad de todos protegerla y garantizar que puedan acceder a un entorno seguro y adecuado para su aprendizaje.

En ese sentido, tanto los docentes como los padres de familia y demás miembros de la comunidad expresaron su compromiso de trabajar juntos para cuidar el legado educativo de la región. “La educación es la base del futuro de nuestros niños y no puede ser un juego. Debemos actuar con responsabilidad y solidaridad para protegerla”, concluyeron.