Criaturas fascinantes donde las haya, los pulpos son uno de los animales más inteligentes que existen, son capaces de resolver problemas y poseen grandes habilidades. Sus ocho brazos los hacen peculiares y su sangre, de color azul, es rica en cobre. Pero ¿Sabes cuántos corazones tiene?
Al igual que sus parientes cercanos, la sepia y el calamar, el pulpo posee tres corazones y existe un motivo para ello.
El corazón más grande y más musculoso del pulpo es el corazón sistémico, que se localiza en el centro del cuerpo. La función de este corazón es bombear sangre oxigenada a todas partes salvo a las branquias. Los restantes corazones son los branquiales y están cada uno en una branquia del molusco. Son más pequeños y menos fuertes que el sistémico.
El motivo que explica por qué los pulpos tienen tres corazones tiene que ver con la presión arterial. Para que la sangre circule de manera eficaz por todo el cuerpo es necesario que exista una cierta presión arterial. Si, por ejemplo, una persona tiene la tensión baja, se puede marear si hace un esfuerzo o se levanta rápidamente ya que esa baja presión arterial impide que llegue sangre al cerebro.
En el caso de los pulpos, las branquias ayudan a extraer del agua el oxígeno que necesitan para vivir. Los corazones branquiales ayudan, por su parte, a bombear la sangre pobre en oxígeno a través de las branquias. La sangre que sí es rica en oxígeno sale de las branquias pero a baja presión. En este momento entra en escena el corazón sistémico, que se ocupará de enviar la sangre eficazmente a todo el cuerpo.
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